Sobre Jolette

Esto me lo robe de un foro de internet. Ahorita hago todos las aclaraciones al final.

¿Quien es Alvaro Cueva? Pues el único critico de televisión que tiene este país. Y yo concuerdo con la mayoría de sus opiniones y en otras estoy en desacuerdo pero a pesar de eso yo lo respeto ya que lo considero mejor que otras cosas que salen en la televisión y se hacen pasar por periodistas. Esto es lo que opinó del caso Jolette: JOLETTE, EL ROCK Y YO Fecha de Publicación: 6/22/05 EL POZO DE LOS DESEOS REPRIMIDOS POR ÁLVARO CUEVA JOLETTE, EL ROCK Y YO El domingo presencié el escándalo de Jolette y me quise esperar hasta hoy para escribirle del tema porque puse a enfriar mi cerebro. Si hubiera dicho cualquier cosa después de semejante golpe el asesino psicópata que llevo dentro hubiera salido clamando venganza. Antecedentes: Jolette era una de las concursantes del “reality show” musical “La academia 4” que es algo así como la versión mexicana de “American idol”. De todos los “alumnos” de “La academia”, Jolette era la más polémica porque canta muy mal, baila peor pero algo tiene la condenada chamaca que cualquier mortal cae rendido a sus pies con tan sólo mirarla, y no es belleza. ¿Entonces qué es? Llámelo carisma, vocación de estrella o como quiera llamarlo pero Jolette es lo más parecido que han visto mis ojos en este 2005 a lo que eran Lucía Méndez y Verónica Castro en 1972. Y es que, no nos hagamos, Lucía no actúa como Glenn Close, Verónica no canta como Lisa Minelli, pero ambas son Lucía Méndez y Verónica Castro, y se les adora. Punto. Otro rasgo que caracterizó el paso de Jolette por “La academia” es que la niña jamás se dejó de nada ni de nadie y que ante los ataques personales de los críticos oficiales del programa, ella siempre se defendió como pudo. El domingo pasado, Arturo López Gavito, uno de los críticos, trató por enésima vez de hacer garras a Jolette y ella, como era lógico, le respondió, pero con una frase de lo más equis que incluía la palabra flojera y haga de cuenta que la muchacha le hubiera mentado la madre. Por algo tan estúpido, Jolette fue expulsada de “La academia” desatando la ira de la opinión pública por temas que van desde si su expulsión fue un truco publicitario hasta lo que se debe o no se debe hacer con el dinero que el auditorio gastó en llamadas para apoyarla. Yo estoy furioso porque pude detectar chorromil irregularidades en la expulsión de esta chica, desde que en algún momento de su defensa le apagaron el micrófono hasta una indignación exagerada por parte de Arturo López Gavito. ¡Por favor! Lolita Cortés y él le han dicho frases mucho más hirientes a los alumnos de “La academia” y ahora resulta que son ultra delicados. ¿A quién le quieren ver la cara? Ahí pasó algo que ni usted ni yo sabremos nunca de manera oficial y si hubiera que ser justos, antes que correr a Jolette, a los que debieron haber corrido de esa producción era a los críticos. ¿Por qué le digo todo esto? Se lo voy a plantear de la siguiente manera: ¿qué clase de estrellas son las que se pretende crear en “La academia”? ¿Animales sumisos que dejan que sus patrones les hagan lo que quieran como las integrantes del llamado clan Trevi-Andrade o figuras con pantalones que valga la pena admirar como María Félix? La señora Félix era una pésima actriz, pero nadie se atrevía a decírselo. ¿Se imagina lo que hubiera dicho “La doña” si alguien se hubiera atrevido a semejante grosería? Lo menos que hubiera hecho hubiera sido agarrar a su agresor de la entrepierna, apretar y apagarle un puro en la frente. Por eso era María Félix. A ver, vaya y grítele a Christian Bach que no canta ni a patadas para que vea lo que le responde. Vaya y dígale algo feo a Demián Bichir. Vaya e insulte a Susana Zabaleta. ¿Entiende lo que le estoy tratando de decir? Lejos de haber cometido un error, Jolette hizo lo que cualquier mexicano con un mínimo porcentaje de sangre en sus venas hubiera hecho, dijo lo que cualquier estrella hubiera dicho y hasta se vio fina porque nomás dijo “flojera”. Yo me hubiera bajado del escenario, hubiera arrastrado a López Gavito de los pelos, lo hubiera llevado hasta la alberca y le hubiera sumergido la cabeza varias veces hasta hacerlo pedirme perdón de rodillas. Y lo digo yo que soy crítico porque reconozco que hay maneras de decir las cosas y lo único que he notado en las críticas de Lolita Cortés y del señor López Gavito en esta generación de “La academia” es que se han pasado de groseros. ¿Qué necesidad hay de hacer tanto daño? ¿Por qué tanta saña hacia Jolette? E, insisto, ¿cuál es la idea, fabricar niños que agachen la cabeza a la primera crítica como Erasmo Catarino o formar verdaderas personalidades del espectá"" que sepan darse su lugar como Jolette? ¿Qué clase de ídolos y qué clase de críticos son los que necesitamos en este país? ¡Qué clase!