En un minuto mas

Serán las 3:33 a.m. un numero que realmente no me gusta... siempre me ha inquietado es como un mal augurio... ya. ¿Que hago despierta? Hoy tuve una seria depresión con todo y pensamientos suicidas cosa que no me había pasado desde que tuve a mi hija en mis brazos por primera vez. La verdad es que me pude autodiagnosticar teniendo conciencia de lo que me pasaba pude dominarme. Arme mi estrategia con un verdadero as bajo la manga no deje que mi hija saliera de mi campo de visión. Mi chaparra me abrazo y reímos y jugamos como solos los niños saben hacerlo. Cuando de verdad estaba al limite le dije a mi chaparrita que nos acostáramos a dormir una siesta. Ella siempre me toma la mano al dormir y pues el sentir su respiración, su ritmo cardiaco y calorcito finalmente pude razonar que cualquier situación que pase la debo superar porque ella depende de mi.

Mi madre harta de que no lograría sacarnos de la casa según eso porque yo estaba guardando el Sabat se fue de compras. Cuando entro al baño y mi hija me dice que me espera en la cocina porque quiere café ¡ja! Casi 3 años y ya quiere café. En fin, escucho a mi chaparra hablarle a Fishie, su pez beta de lo rico que es el café y las zanahorias por lógica salgo del baño sin esperar ver que mi hija le había echado un café que mi sacrosanta madre dejara en la mesa y unas mini zanahorias al pobre pez. Entro en combate—agarro un baso grande, abro una botella de litro y con una rapidez inusual en mi meto la mano al rescate de Fishie. Ahí es cuando me doy cuenta que no existe razón para sentirme mal. Mi prioridad es ser una buena madre... quizás otras cosas no salga bien pero soy buena mama y eso vale oro.